Hola amics de PIRATES I SIRENES

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Las islas Baleares nos sorprenden por orígenes antiquísimos, que se remontan al Megalítico. De esta época se han conservado innumerables restos de gran importancia a la hora de estudiar la prehistoria europea. Tan sólo en la isla de Menorca, encontramos unos 500 monumentos prehistóricos, es por ello por que se la ha denominado un museo al aire libre. Estos monumentos sorprenden por sus colosales dimensiones, por su extraordinario estado de conservación y por levantar la incógnita de cómo pudieron ser erigidos con la tecnología de que se disponía en épocas tan remotas. Estas huellas se concretan en los célebres talayots, taulas y navetas, construcciones funerarias o probablemente relacionados con rituales y ceremonias de origen religioso y guerrero.

En Menorca destaca el Asentamiento de Trepucó, a 2 km. de Mahón, considerado como el más importante monumento prehistórico. En él se encuentran una taula y un talayot de gran importancia. Merecen también una visita el Talayot de Trebaluger en las cercanías de Villacarlos, por su importancia y fácil acceso, y la Naveta des Tudoms , cera de Ciutadella, el monumento prehistórico más grande y menor conservado de Menorca. En Mallorca merece mencionar el Talayot de Sa Canova, los asentamientos de Ses Paises, Capocorb Vell y Claper dels Gegants.

Mallorca es tierra de gran historia y tradición. En ella desembarcaron y se asentaron fenicios, griegos, romanos, cartagineses, bizantinos y moros. Huellas de todas estas civilizaciones podemos encontrar aún hoy en su territorio, como son por ejemplo las ruinas romanas de Alcudia. En el año 1229 Jaime I el Conquistador desembarca en la isla y desde entonces pasa a la corona de Aragón. A su muerte deja como rey de Mallorca a su hijo Jaime II. Pero la independencia no duraría mucho, y en 1343 pasa de nuevo a la corona de Aragón.

En Menorca se asentaron y dejaron sus huellas las civilizaciones más importantes de la antigüedad; griegos, cartaginenses, romanos, vándalos, bizantinos y moros. En el año 1231 pasa también a la corona de Aragón. Posteriormente se da un período de frecuentes ataques piratas, inestabilidad que no sólo se aprecia aún en los monumentos defensivos conservados, sino en el mismo carácter aventurero y abierto de la población. Por el Tratado de Utrecht queda la isla bajo la corona británica por casi cien años; período que ha dejado huellas indiscutibles, como lo son la arquitectura de Mahón o la cantidad de giros de origen británico que conserva su dialecto. Este período llevaría a numerosas luchas por el dominio de la isla entre ingleses, españoles y franceses. Terminando, durante un período relativamente corto, a pasar a la corona francesa. Fueron estos últimos años los más sangrientos de su historia, y finalizaron en 1802 con la Paz de Amiens, en que las Islas Baleares vuelven a formar parte de la corona española.

En Ibiza, asimismo, se puede apreciar aún la huella de fenicios, cartagineses, romanos, vándalos, bizantinos, moros y normandos. No sin sangre y dificultades se luchó en la isla, considerada como un enclave estratégico del Mediterráneo. Sin embargo hoy, el carácter abierto y cosmopolita de sus habitantes donde nadie se siente extranjero, junto con la originalidad pitiusa, hacen ver como esa amalgama de diversas culturas, en cierto modo la han enriquecido y hecho irrepetible.

La Nit mes llarga

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